El Verdugo (de una serie de cuentos breves)

En una calurosa tarde del 1800, el verdugo luego de cuarenta años de trabajo, se jubiló con la última cabeza, que lamentablemente rodó sin pausa ni prisa. Su tarea fue limpia e impecable, y el hacha manejada con gran maestría, contribuyó para que los condenados pasaran al otro mundo sin sufrimiento.
Cuando recibió la medalla de las autoridades, se sintió feliz; convencido de su patriótica contribución a la liberación de mucha gente, y de su incómoda vida en aquel ignoto pueblo de Francia...y se convirtió en un prócer.

Rony Ransenberg